La inactividad física se ha convertido en un problema de salud a nivel mundial.
Día a día, las personas modifican su estilo de vida; como resultado y con mayor frecuencia, el sedentarismo y deficientes de hábitos de alimentación contribuyen a la aparición de enfermedades crónicas tales como la obesidad, la diabetes mellitus, la hipertensión, el cáncer y la ansiedad, entre otros.
En la búsqueda de una “píldora mágica”que esté al alcance de todo en el mundo, las investigaciones recientes han comprobado que realizar ejercicio a una intensidad y duración moderadas permite:
- Reducir un 40% el riesgo de sufrir enfermedades coronarias
- Disminuir en el 27% el riesgo de tener un accidente vascular cerebral.
- Reducir en casi 50% la incidencia de hipertensión arterial.
- Reducir en casi un 50% la incidencia de diabetes mellitus.
- Reducir en casi un 50% la mortalidad y riesgo de padecer cáncer de mama.
- Disminuir en mas de un 60% el riesgo de padecer cáncer de colon.
- Reducir en una tercera parte los casos en riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
- Disminuir la depresión tan efectivamente como los medicamentos o terapias de comportamiento.