Un entrenamiento regular es un importante componente para tener una vida sana. El Colegio Americano de Medicina del Deporte, la Asociación Americana del Corazón y otras importantes entidades han emitido recomendaciones para incentivar a los individuos a mantener una participación activa en un entrenamiento diario. Sin embargo, los impedimentos surgen cuando llegan las vacaciones o viajes de trabajo, en los cuales ciertas veces resulta difícil seguir con el plan de entrenamiento.

Los viajes de negocio, como así también las vacaciones, pueden traer un gran número de conflictos para nuestro plan de entrenamiento. Es importante reconocer las potenciales limitaciones para así lograr un nuevo plan acomodándose a nuestro régimen laboral o momento de ocio. Aquí les dejamos algunos consejos para que pueda seguir entrenando mientras esta de viaje:

  • Averigüe que haya un espacio de entrenamiento dentro del lugar donde se hospede o uno cerca al que pueda ir sin mucha dificultad. Muchas veces los hoteles tienen equipamiento adecuado para entrenar, tales como piletas o gimnasio; sin embargo hay otros en los que no tienen esos servicios.
  • Organice sus horarios para hacerse un tiempo para entrenar. Si su viaje es por asuntos laborales, recuerde que el ejercicio es una excelente manera de liberar tensiones y stress. En cambio si está de viaje por placer, con una hora por día de entrenamiento se sentirá renovado e incentivado a realizar más actividades.
  • Entrene con la misma intensidad a la que esté acostumbrado, esto le ayudará a mantener su ritmo.
  • Realice actividades que sean de su disfrute. Si están de vacaciones, las ideales son caminatas, andar en bicicleta, andar a caballo o nadar ya que a los niños les encanta.

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Teniendo una previa organización de las actividades, éstas serán amenas y fáciles de realizar. La clave está en la voluntad.